Entre la tecnologÃa y sus usuarios se sitúan estructuras institucionales y empresariales determinadas por actuaciones polÃticas y poderes económicos que delimitan la oferta de contenidos que el público puede elegir, asà como sus usos posibles. Los mitos de la desconcentración, la desintermediación, la interactividad y libertad del usuario, de la diversidad renacida de contenidos y opciones que ha acompañado y facilitado la promoción de Internet y las restantes redes digitales, se derrumban ante el análisis empÃrico de la realidad y de sus poderes establecidos. En algunos casos, incluso, la digitalización comporta un gigantismo mayor de los grupos económicos que, sin ser nunca votados ni elegidos, orientan la audiencia, el ?tráfico? y los usos de la mayorÃa de la sociedad, lo cual supone no sólo una amenaza de marginación para las pequeñas empresas, sino también un retroceso del espacio público y de esas esferas comunicativas que la era analógica habÃa alumbrado larga y penosamente y que garantizaban un mÃnimo acceso universal a la información de calidad.
Alternativas en los medios de comunicación digitales reivindica la necesidad de repensar las polÃticas públicas y de reorientar sus actuaciones a favor de una coherente lucha por la preservación y ampliación de la diversidad cultural y el pluralismo ideológico. La urgencia de esta polÃtica viene marcada por la identidad insoslayable entre la necesaria diversidad informativa y cultural de la comunicación social y la calidad de la democracia de un paÃs, de la que el sistema mediático es una piedra angular. Los diferentes capÃtulos de este libro desgranan en positivo, de forma constructiva, una serie de medidas ampliamente testadas por agentes y profesionales de prolongada experiencia en el sector, revelando cómo polÃtica progresista y viabilidad económica, servicio a la sociedad y rentabilidad, pueden ser conjuntados en el medio y largo plazo.