En el Uadi es la historia de Michèle, una joven australiana, estudiante de filología francesa, que conoce en una universidad de Estados Unidos a un becario con el que más tarde se casa. El chico es jordano y Michèle lo acompaña de regreso a su pueblo, en un valle jordano, para que conozca y conviva con su familia. La autobiografía de esa experiencia vital de Michèle Drouart es una exploración sensible de las similitudes y las diferencias culturales realizada desde la perspectiva de la civilización árabe y musulmana y totalmente opuesta a la que suele ofrecer la literatura occidental más conocida sobre el tema. Es también un libro conmovedor y sensible que trata sobre la familia, la expatriación y la afiliación, sobre el recuerdo y sobre las complejidades de las relaciones humanas. A pesar de la dureza de la vida en el Uadi, donde faltaban algunas de las comodidades habituales de la vida urbana diaria, Michèle se sintió acogida desde el principio por una comunidad, por unas protectoras tradiciones.Michèle Drouart nació en Sydney. Licenciada en literatura francesa, vivió durante varios años dedicada a la enseñanza en Estados Unidos, Francia, Jordania y Escocia, antes de regresar a Perth, en Australia, donde ahora reside. Su libro de memorias En el Uadi, premiado con el Western Australian PremierÆs Book of the Year del año 2001, habla del año que pasó en un pueblo árabe-musulmán de Jordania. «Su historia ofrece una mirada contemplativa, libre de estereotipos, a pesar de la complejidad de la experiencia intercultural» (Journal of Middle Eastern WomenÆs Studies, Indiana University, 2006). Michèle Drouart da clases de escritura creativa y trabaja como editora independiente, especializada en la selección y la edición de los aspirantes a escritores.En esta región del mundo uno no se casa con una persona, sino con una familia, con una comunidad, con una forma de vida. Aunque haya cosas que no te gusten, hay otras que amas. Son las que te permitieron acceder a todo un mundo, las que te atrajeron y siguen haciéndolo. Me he convertido en un eslabón de una gran cadena multidimensional -la cadena de la familia, la cadena de las mujeres-, donde se entrelazan tantas lealtades y alianzas. Cuando vivía aquí, mi compromiso no tardó en hacerse intenso y total. Ninguno de ellos se mostró afectado por mis idas y venidas. Nunca lo demostrarían. Harían como el héroe pobre que sacrificó a su caballo para dar de comer a los invitados.
