Que Josep Pla y Miguel de Cervantes no se conocieron es sabido por todos, pues casi cuatro siglos los separan. Pero de haberse conocido el mundo habrÃa sido diferente En cualquier caso, parece que Josep Pla sigue vivo, pese a dársele por fallecido en 1981, y por las calles de una turÃstica Barcelona se encuentra con don Mi guel, de quien nadie sabe a ciencia cierta si es el autor del Quijote. Y, en medio de todo ello, preguntas en el aire que pueden encontrar respuesta: ¿qué será de la independencia de Cataluña?, ¿hasta qué punto tiene alma nacionalista el socialismo catalán?, o ¿sobrevivirá la industria del libro en España? Es, sin duda, Viento de tramontana, una novela muy catalana y muy española, porque se cruzan y descruzan gentes de la vida literaria de Barcelona y de otros lugares, porque hay amor y desafecto, sexo y guardias civiles y al menos una mossa desquadra; porque convierte una atmósfera real en una literatura no creÃble, más bien en una propuesta increÃble, y todo ello en mitad del asà llamado proceso soberanista. Inclasificable, como poco, en esta primera novela de Sergio Gaspar, a la vez sorprendente y muy viva, se entremezclan pinceladas del mundo real, de mundos imaginarios y de otros que quizá pudieron ser, desarmando de un modo u otro tópicos literarios y polÃticos. Porque el mundo no es lo que parece y esta novela tampoco.