Edición facsÃmil de la obra impresa en 1655 en Valladolid y en los tórculos de D. Antonio Ruiz de Valdivieso bajo el tÃtulo de De Interdicta Clericis Venatione, cuyo texto al latÃn se publica en facsÃmil, al que se acompaña una pulcra traducción al castellano con puntuales anotaciones. El texto se estructura en seis capÃtulos o parágrafos en los que el autor expone y dilucida su única tesis, fundamentada en el capÃtulo 3º de la primera parte de la conocida obra del monje de la Camáldula Graciano, escrita a mediados del siglo XII, el Decretum Gratiani, cuyas normas impedÃan a los siervos de Dios las cacerÃas y los paseos por los bosques con perros, azores o halcones, apoyándose en la autoridad de sÃnodos y concilios eclesiásticos y varios tratadistas canónicos. En el capÃtulo primero, GarcÃa de Ovalle expone una razón de duda enumerando las ventajas de la caza a través de un sumario de nueve reflexiones. Sobre la etimologÃa de la palabra caza y sus clases trata fundamentalmente el capÃtulo segundo. En el parágrafo tercero el autor, dando por sentado que su referencia textual va dirigida a la caza en los bosques, intenta, a través de cinco razonamientos, justificar su prohibición a los clérigos. En el capÃtulo cuarto, repleto de erudición canónica, el autor muestra y considera las penas que han de sufrir los obispos, presbÃteros o diáconos que se dediquen a la caza, entrando en la consideración de cual de ellos ha de soportar mayor pena en relación a su categorÃa eclesiástica. En el capÃtulo cinco, GarcÃa de Ovalle va a disertar sobre el carácter, regio o servil, de la caza, y a disputar sobre el tiempo y manera de practicarla los clérigos. Finalmente, en el capÃtulo seis, el autor analiza algunas cuestiones de particular interés.