Entre los meses de julio y octubre de 1936, la ConsejerÃa de Cultura de la Generalitat de Cataluña confiscó centenares de obras de arte y objetos artÃsticos de toda Ãndole, pertenecientes a adineradas familias de la alta sociedad barcelonesa. Asà se inició un peligroso éxodo de pinturas, esculturas, mobiliarios, vestidos y joyas, que fueron transportados a distintos depósitos de salvamento incluso más allá de nuestras fronteras. La exhumación de documentación original y de material gráfico de notable valor, nos descubre las historias que esconden grandes colecciones de arte gravemente amenazadas por la sinrazón de la Guerra Civil española, siendo confiscadas por el bando republicano y evacuadas por caminos de ceniza.