?Un filテウsofo podrテュa sorprenderse de que Freud no haya concedido un lugar a la imaginaciテウn en su ?aparato psテュquico?. Esta sテウlo hace su entrada en テゥl como alucinaciテウn criticada -aunque no suprimida- en nombre del ?principio de realidad?. A semejanza del sueテアo, sus producciones son acantonadas en ?otra escena?, segテコn una expresiテウn de Freud. Es como si en el mundo exterior se abriera otro espacio, comparable a la escena teatral, al terreno del juego, a la superficie de la obra literaria -con un determinado uso del lenguaje y de la negaciテウn que テゥl entraテアa- ; y la funciテウn de esa otra escena, puede decirse, es tanto escapar del principio de realidad como someterse a テゥl?
He ahテュ, en palabras del autor, la idea central que une los veinte ensayos que componen este valioso libro en una brillante reflexiテウn sobre el anテ。lisis freudiano y la ?interpretaciテウn?.
En esta ?otra escena? gobierna la palabra, el juego del significante; es el テ。mbito de la imaginaciテウn y la fantasテュa, por cuya pテゥrdida debe pagarse un alto precio: ?La mayor locura se explica, sin duda, por una cierta manera de haber perdido esta otra escena?.