Jacob von Uexküll es como un fantasma que recorre el pensamiento. Maldecido y celebrado, permaneció siempre inclasificable, ubicuo y rebelde a las grillas habituales de las disciplinas. En todos los casos, insiste con su presencia. Prueba de ello es que, más allá de su inscripción en la biologÃa, supo transponer fronteras hacia muchos campos, contemporáneos e incluso futuros (como la biosemiologÃa, de la que se lo reconoce a posteriori como precursor). A su vez, supo ponerse en boca de toda la filosofÃa, en especial la alemana y francesa del siglo XX. Pero también traspasó y promete traspasar otros lÃmites, espaciales y temporales. Lo que faltaba era un estudio sistemático que, en la vieja y venerable tradición del "vida y obra", ensayara semblantear al personaje. En su tratamiento del biólogo estonio-alemán como "personaje conceptual", Juan Manuel Heredia es exitoso en ambas faenas. Nos cuenta la variopinta vida y nos presenta el valor de la obra. Tenemos aquà una presentación de von Uexküll como fundador de la "etologÃa", ese campo llamado a generalizarse como teorÃa no esencialista de los comportamient