Harry Bosch deja la placa, pero no descansarテ。 hasta encontrar al asesinoHarto de la hipocresテュa de la policテュa, Harry Bosch entrega la placa y se ve obligado a buscar una nueva forma de vida. Pero la jubilaciテウn no le conviene. Siempre se ha consagrado a la justicia y sigue queriendo proteger -o vengar- a aquellos a los que la ley ha fallado.Al dejar el departamento, Bosch se llevテウ un expediente: el caso de una asistenta de producciテウn asesinada cuatro aテアos atrテ。s, en vテュsperas de un atraco en un platテウ con un botテュn de dos millones de dテウlares que, segテコn la policテュa de Los テ]geles, se utilizテウ para financiar un campo de entrenamiento terrorista. La vテュctima del asesinato cae en el olvido y, cuando parece que el asesino serテ。 puesto en libertad para facilitar la caza de terroristas, Bosch se encuentra en conflicto tanto con sus antiguos colegas como con el FBI.