El orgullo nacional, la disciplina y la sensibilidad, son principios caracterÃsticos que tienen su origen en la vida religiosa, que estructuran la vida social y que han armado al arte japonés con energÃas y hermosas rarezas que se desarrollan plenamente en la vida del espÃritu. El culmen de este magnÃfico edificio moral es, de hecho, una cultura de un orden superior.