El tiempo de la improvisación es un libro conversacional y fragmentario, atravesado, a la manera amable de Montaigne y de los moralistas franceses, por la escritura de lo cotidiano y de la vida mÃnima. Desde su apuesta, no exenta de melancolÃa y de juego, por un "intimismo espectacular" que reelabora sus posteos de Facebook durante dos años, Alberto Giordano, reconocido teórico de las "literaturas del yo", construye una poética de las reconciliaciones, en la que casi todo tiene cabida: conversaciones con su hija; notas de lectura que van componiendo un mapa muy personal de la literatura argentina contemporánea (Juan José Becerra, Edgardo Cozarinsky, Sergo Chejfec, Elvio Gandolfo, MartÃn Kohan, Tununa Mercado, Diego Meret, MarÃa Moreno, Guillermo Saccomanno, Edgardo Scott...); deslumbramientos musicales (la pasión por el jazz casi siempre); disquisiciones ensayÃsticas sobre crÃtica y teorÃa literaria; memorias rescatadas de infancia y juventud, en las que se adivina a veces el temblor de los ajustes de cuentas; el registro de los paseos por Rosario, su ciudad y de unos cuantos viajes; y algunas reflexiones, perplejas y muy impactantes, sobre el duelo, la culpa, la paternidad, el poliamor, la depresión o el suicidio. Habitado por presencias diversas, ya sean escritores fundacionales como Barthes, Blanchot, Puig, Aira o Saer, o del entorno cercano del autor -Judith, la esposa; Emilia, la hija; DarÃo y Adriana, los amigos-, El tiempo de la improvisación es, sobre todo, un intento de "armonizar con el horizonte moral de una época" sin renunciar "a las propias inactualidades", una tentativa que tiene también algo de pulso, crepuscular y discretamente escéptico, por la alegrÃa.