Viaje inaugural de El Tren del Norte, un Orient Express de nuestros días, hecho realidad por Ismael Docampo. El tren recorre la costa norte de España bajo los embates de Hortensia, un huracán de gran intensidad. Un hombre despierta en un compartimento del tren. No recuerda qué hace allí, ni siquiera recuerda su nombre. Solo dos cosas pueden darle alguna pista sobre su identidad: el tatuaje de un ángel en lucha contra un demonio que lleva en sus antebrazos y el cadáver de una mujer en el lavabo del compartimento. Todos los indicios apuntan a él como asesino, pero él ni siquiera recuerda quién es ella y menos todavía los motivos por los que podría haber llevado a cometer el crimen. Asustado, decide abandonar el tren, pero la fatalidad le obliga a permanecer a bordo hasta el final del viaje, o hasta resolver el enigma. ¿Alguien le ha tendido una trampa o él es el asesino? Durante el trayecto conoce a otros ocupantes del tren. Algunos, como Alba, la hija de Docampo, se pondrán de su parte. La mayoría, en cambio, se empañará en darle caza. Solo el Pasajero 19 conoce todas las respuestas. Se trata de un apasionante thriller, con un marcado carácter cinematográfico. Ritmo vertiginoso y una trama llena de emociones y suspense conseguidas gracias al espacio cerrado del tren (efecto pecera). El final es además sorprendente.
