Hay pérdidas que no se cuentan con lágrimas, sino con gestos cotidianos: un plato que sigue poniéndose, una cama que aún guarda una forma, una voz que se repite en silencio. El lugar donde esperabas no es solo un libro de poemas: es una casa abierta a quienes han amado y han perdido, a quienes siguen hablando con la ausencia como si aún respondiera. Con una escritura depurada, íntima y profundamente humana, Nicanor García Ordiz nos entrega un poemario que no teme a la vulnerabilidad ni a las grietas. En cada página, la nostalgia se hace palabra, el recuerdo se vuelve refugio y el amor, incluso roto, sigue siendo un acto de ternura. Este libro es una silla a la que uno vuelve, no para esperar a nadie, sino para recordar que, alguna vez, también fue esperado.
