La obra se ocupa de un problema que hoy dÃa, en medio de una inflación de publicaciones que se ha hecho simplemente inabordable, reclama en forma aun más apremiante una solución: ¿Como es posible preservar lo cientÃfico -o al menos cientÃficamente sugerente- de la confusión con lo útil para el sistema jurÃdico, con lo didáctico y con lo que simplemente se vende bien? Con otras palabras: hay textos de muy diversa naturaleza que guardan relación con el Derecho penal, ¿en qué se distinguen los que tienen carácter cientÃfico?
En lugar de situar al comienzo su "punto de partida preferido", Günther Jakobs procura indagar a lo largo de dos siglos de historia qué era lo decisivo, según su propia autocomprensión, para los cientÃficos del derecho que han trabajado en los fundamentos. Y he aquà que aparece de manifiesto una lÃnea, a veces clara y definida, otras veces más difÃcil de reconocer: lo que distingue el trabajo cientÃfico de la elaboración erudita de la materia jurÃdica es que aquél comienza por la cuestión de la legitimidad del ordenamiento jurÃdico.