Dios sobre todo. Si la vida de un ser humano puede resumirse en tres palabras, estas son las de la Madre MarÃa Félix. Son palabras suyas, genuinamente suyas, que la acompañaron en las grandes alegrÃas y también en las angustias y contrariedades. Son una variante propia de aquel "a mayor gloria de Dios" que recibió de san Ignacio, una variante femenina, tiernamente personal: Dios por encima de todo, Dios el primero. Esto es, quizá, lo que más sorprende en la vida de la fundadora de la CompañÃa del Salvador y de los Colegios Mater Salvatoris. Desde los catorce años, desde aquel Jueves Santo en que se encontró con Jesucristo que la amaba, lo puso a Él sobre todo. Asà lo vieron sus contemporáneos y asà lo han visto los primeros lectores de este libro: "Esta mujer intrépida y santa se distinguió, ante todo, por su pasión en buscar y hallar lo que Dios querÃa de ella y, una vez hallado, por abrazarse a su vocación divina con suave fortaleza heroica. Vio, al mismo tiempo, que su misión de consagrada al Amor infinito, y la de las compañeras llamadas por la Providencia a la misma consagración, se concretaba en educar a las jóvenes para facilitarles el camino maravilloso de la santidad. Todo ello, sabiendo responder a los retos de unos tiempos nuevos y difÃciles". (Del prólogo de D. Juan Antonio MartÃnez Camino)