Un poemario detiene el tiempo. Quedan fijados en palabras momentos que he vivido como ciertos y que decidieron convertirse en poemas. Este poemario está construido a partir de instantes. Instantes que, una vez reunidos por subtítulos, guardan entre ellos cierta coherencia temática. Instantes que únicamente la palabra ha conseguido que perduren. Esos instantes transformados en poemas son los que lanzo, como lanza el náufrago la botella desde su isla, por si hubiera suerte y, en el ancho mar, algún otro los recogiera e iniciara una operación de búsqueda. Espero tener suerte.
