La razón también es capaz de orientar la conducta del hombre. Sin embargo, ¿puede tener simplemente la función de arbitrar los medios más adecuados para conseguir fines que ella no ha dictado, provenientes de instancias de otra naturaleza ¿O bien puede proponer por su parte a la voluntad del hombre, enteramente franca de ajenos intereses, objetivos de Ãndole originalmente racional Para responder, Kant escribió esta «CrÃtica de la razón práctica» a finales del siglo XVIII, donde examina el uso práctico de la razón humana. Junto al uso servil, empÃrico y meramente instrumental de la razón práctica, Kant descubre, de forma analÃtica, el uso puro e incondicionado, al que considera como el propiamente moral. Del primero proceden las recomendaciones que pretenden hacer al hombre feliz; del segundo, las exigencias que podrÃan hacer al hombre bueno. Uno y otro vienen a converger en el viejo ideal del bien supremo, cuya presunta imposibilidad discute Kant en la parte dialéctica de la obra. Su investigación sobre los postulados de la razón pura práctica (Dios, libertad e inmortalidad) que aquà lleva a cabo no ha dejado de ofrecer singulares e inexploradas posibilidades al pensamiento metafÃsico. Immanuel Kant (1764-1804), profesor de lógica y metafÃsica en Königsberg, está considerado el gran filósofo de la Ilustración y de la filosofÃa trascendental.