Nos encontramos en septiembre de 1982 y Ramón Beitia, el gerente que tiene varias salas de cine a su cargo, se ha volcado en auditarlas. Los beneficios van disminuyendo y el joven propietario, un recién llegado para dirigir lo que su padre le ha dejado, no tiene más que números en la cabeza. El gerente se ve en la necesidad de explicar a ese desvergonzado de pocos escrúpulos, el meollo del negocio. Y asà comienza una aventura que terminará al cabo de pocos dÃas. La situación en que se encontraban las salas de cine y en qué estaban sus trabajadores. Formalmente es la pieza perfecta, en su simplificada simetrÃa; es el adiós a un mundo, a una forma de ser y de vivir. Con total maestrÃa, el autor nos hará sentir el aliento y el tiempo de sosiego que representaba ese tiempo que queda atrás.