En la práctica profesional se aprende que se enseña más mediante lo que se es, que mediante lo que se sabe. Por ello se intenta adaptar el discruso y el comportamiento de manera intuitiva para ser comprendido por todos, sin siquiera percatarse de ello. El método del Process Communication, creado y desarrollado por Taibi Kahler y adaptado a la enseñanza por Beatrice Bailly, invita a comprender el lenguaje específico de cada uno. La autora sugiere métodos para hallar el tono usto y fomentar el potencial de cada alumno. Proporciona al profesorado un espejo lúdico e instructivo, que refleja de manera ilustrativa y concreta una galería de retratos entre los cuáles todos podemos reconocernos: trabajomaníaco, perseverante, promotor, rebelde o empático. A lo largo de estas páginas, el lector aprende a identificar su manera peculiar de enseñar, su personalidad y la de los colegas y alumnos que le plantean problemas, y descubre así el origen de los malentendidos, crispaciones o desánimos que puedan sobrevenir. Lejos de dar recetas milagrosas o una teoría definitiva sobre la forma óptima de enseñar, esta técnica pedagógica innovadora ofrece sugerencias concretas y prácticas, fáciles de usar en clase para captar la atención de los alumnos y motivarlos.
