La generación de 27 es sin duda el concepto literario más trascendente en el siglo XX en espa?ol. Sus integrantes, muchos de ellos poetas, elevaron la literatura a un nivel de popularidad impensable hasta entonces. Sus deseos de ser alguien y el momento pol¡tico y social en el que se movieron fueron determinantes para que fuera as¡. Primero lo intentaron proponiendo un homenaje a Góngora en Madrid, después insistieron presentándose en Sevilla como abanderados de la joven literatura, de esas veladas salió seguramente la foto más repetida de nuestra historia literaria, más tarde el mundo académico y la cr¡tica la delimitaron como un peque?o grupo de poetas que se convirtió en recurrente materia de estudio e investigación. Tuvieron que pasar muchos a?os para que fuésemos conscientes de que ese grupo de amigos no inclu¡a a todos los que hab¡an contribuido a definir la historia literaria de Espa?a. Y entonces afloraron de los cajones los rostros en blanco y negro de hombres que hab¡an compartido los mismos caminos. Pero algo segu¡a sin cuadrar: los poemarios que se hallaban en las librer¡as de viejo y en los merc
