La controversia entre marxismo y psicoanálisis es tan vieja como el propio psicoanálisis. Alcanzó su punto culminante a finales de los años 20, cuando se llegó a una ruptura irreconciliable en- entre los marxistas ortodoxos o estalinistas, de un lado, y los freudianos socialistas (los «freudomarxistas») y la Escuela de Francfort, por otro lado. Para los marxistas de hoy se trata más bien de «superar» la obra freudiana en el triple sentido hegeliano: «conservarla», «destruirla» y «elevarla a una fase más elevada». Las tres partes de este libro corresponden a estas tres fases de la negación hegeliana. El objetivo de la primera parte, «Con Freud -contra el marxismo vulgar», estriba en «conservar» el aspecto dialéctico-materialista, subversivo, cr¡tico de la sociedad y de la ideolog¡a, de la obra freudiana y defenderlo contra sus inquisidores estalinistas y neoestalinistas. En la segunda parte, «Con Marx -contra la ideolog¡a burguesa del psicoanálisis», se trata de desenmascarar y «destruir» la idealista antropolog¡a de Freud, que ha penetrado silenciosamente en casi todas las categor¡as psicoanal¡ticas y ha escapado ampliamente al freudomarxismo alemán y a la Escuela de Francfort. En la tercera parte, «Valorización del capital y depauperación ps¡quica, o la sociedad como enfermedad», se intenta historificar y materializar el núcleo de la teor¡a freudiana, su psicolog¡a dicotómica del yo y el ello en general y su teor¡a de las neurosis (y de las psicosis) en particular; o sea, deducir la descripción fenoménica de la estructura del «alma burguesa» a partir de las leyes del movimiento económico de la propia sociedad burguesa.
