No solo en las historias de ficción, también en la vida misma, hay papel para un actor secundario.
Atormentado por el recuerdo de Lyss, que, sin dar explicación, una tarde de verano se marchó, Antonio decide morir. Pero en el proceso de la búsqueda de su muerte, vivirá una serie de acontecimientos, reencuentros con el pasado y revelaciones que acabarán por cambiar el guion y convertirlo, por primera vez, en el protagonista de una historia... la de Lyss.
"No hay nada más dramático y a la vez más pasional que tratar de encontrar la verdad." Matrioska habla de eso, de lo insaciable que puede ser una persona, para volver a sentirse viva
