Nada hacÃa presagiar que Brett Anderson ?nacido en la depauperada ciudad dormitorio de Haywards Heath, entre Londres y Brighton, en el seno de una familia humilde? se convertirÃa en una de las voces más carismáticas del pop británico de los noventa y en una estrella internacional. En Mañanas negras como el carbón, el cantante de Suede relata sus años de infancia y juventud, entre descampados herrumbrosos y las crueles rivalidades de la adolescencia, entre un padre excéntrico y a veces colérico que aborrecÃa la música pop, y una madre con temperamento artÃstico que aceptaba con resignación y melancolÃa su matrimonio sin amor.
Con un estilo elegante, lÃrico y descarnado, Anderson revive su temprana pasión por la música, que lo llevarÃa a formar una primigenia versión de lo que serÃa Suede con Bernard Butler ?uno de los mejores guitarristas de su generación? y la que fue su primer gran amor y futura lÃder de Elastica, Justine Frischmann. Con esta mantendrÃa un apasionado y tierno romance cuya ruptura dejó a Anderson destrozado y consumido por los celos, lo que darÃa lugar a las canciones libérrimas, descaradas e intensas del célebre álbum de debut del grupo, que marcó una época con hits como «The Drowners», «Metal Mickey», «Animal Nitrate» o «So Young».
