La apertura de la Nueva España a la ciencia moderna en el segundo tercio del siglo XVII fue un movimiento innovador que se abrió paso al lado de la ciencia verbalista de la escolástica tardÃa. La comunidad cientÃfica de esta época contó entre sus miembros a destacados astrónomos, matemáticos e ingenieros, más la figura central en torno a la cual giró la apertura a la modernidad: el fraile mercedario Diego RodrÃguez.