Los conflictos agrarios desarrollados en la campiña cordobesa en los primeros veinte años del siglo XX por la penetración del reformismo sindicalista acarrearÃan consigo una evolución sustancial en la forma de rebeldÃa: del anarquismo al anarcosindicalismo. Sin embargo, en los años treinta resurgirÃa el espÃritu beligerante del espontaneÃsta FermÃn Salvochea y del antisindicalista Kordhonief con la aparición del joven militante Alfonso Nieves, armado hasta los dientes por el faÃsmo.La proclamación de la Segunda República harÃa perder terreno al cenetismo cordobés frente al avance del ugetismo agrario. No obstante, Castro del RÃo y Bujalance mantendrÃan e incluso incrementarÃan su combatividad bajo la influencia de la FAI, llegando a proclamar el comunismo libertario con algunos otros pueblos en el verano de 1936. Una vez perdida la campiña, el faÃsta castreño Bartolomé Montilla colectivizarÃa la agricultura en la AndalucÃa oriental y aún republicana, en colaboración con Antonio Rosado, «sindicalista nato» y otro refugiado de la occidental. ¿SeguirÃa fiel al faÃsmo