Martínez Ruiz, lector y bibliófilo intenta abarcar el primer contacto de nuestro personaje con el libro, es decir, establecer su primer acercamiento, aproximarse a la íntima relación, al vínculo que mantuvo con ese elemento, al manejo personal y biográfico que hizo del mismo, que en muchas circunstancias pasará a ser su mejor acompañante. En definitiva, trata de lo que fueron los libros para Martínez Ruiz y pasará por alto muchas veces el contenido de los mismos para fijarse sólo en cómo condicionó su vida a éstos. Las dos actitudes no están muy definidas ni muy compartimentadas, porque se yuxtaponen, se interrelacionan y se fusionan por la actitud vital e intelectual del ilustre monovero y porque cada libro de su biblioteca no está solamente como elemento de lectura o de bibliofilia, sino de ambos a la vez. También por su erudición, originada por sus antecedentes familiares y por su formación autodidacta. Tales actitudes no son absolutas sino complementarias.
