El estudiante de Salamanca de José de Espronceda es una de esas obras que forman parte de la docena de joyas literarias de nuestro patrimonio que deben ser leídas. Por ello, esta edición pretende facilitar todos aquellos instrumentos que han obstaculizado su lectura hasta hoy. Una de sus dificultades, y no la menor, ha sido su producción en verso, por lo que se acompaña de una versión en prosa, correspondida secuencia a secuencia con el texto original para disfrutar plenamente y sin interrupciones de la espectacularidad de la trama. Por otro lado, en la Introducción se conecta el Romanticismo español con el resto de fenómenos románticos de nuestro entorno, y lo asocia a una cadena de hechos artísticos que responde a los estudios más actualizados sobre el tema, abandonando la idea de que nuestros genios románticos, y Espronceda es el más grande entre ellos, son seres excepcionales surgidos de la nada y sin raíces en las corrientes artísticas y folclóricas de nuestro país. Por último, la comprensión se enriquece con la inclusión de unos textos complementarios que incluyen fuentes directas u obras paralelas a la que nos ocupa, prácticamente inaccesibles a pesar de repetirse su importancia en los aparatos críticos de otras ediciones. El volumen se completa con un variado conjunto de actividades de comprensión y de recapitulación; el comentario de un texto y numerosas sugerencias de audiciones, visionados y debates que enriquecerán sin duda su lectura."El estudiante de Salamanca" de José de Espronceda le cabe el honor de ser la obra más netamente romántica, la más esproncediana, la más fácilmente legible, por decirlo de alguna forma. El hecho de ser accesible para un lector joven de nuestros días, los atractivos temáticos que presenta su lectura, su discreta extensión y, sobre todo, su enorme calidad, la convierte en una de las lecturas más recomendables en la enseñanza secundaria o en el bachillerato.
