Deshacer el ridÃculo es la exploración sobre la risa más detallada que se haya escrito desde que Henri Bergson publicara su ensayo sobre lo cómico a principios del siglo xx. En sus páginas, el pensamiento de Julián Génisson avanza a contracorriente de las teorÃas clásicas: reÃr no serÃa constatar o reconocer que algo es gracioso, sino que al reÃr se harÃan risibles las cosas. Que, de tener fronteras el humor, las cartografiarÃamos colectivamente al contagiarnos la risa. Como si comenzara el lento aprendizaje de qué debe ser tomado en serio y qué no desde el momento en que se nos pega la primera carcajada en la infancia. Con finura de observador y erudición, el autor se adentra donde otros filósofos no se habÃan atrevido. Se pregunta por las las variantes comúnmente desatendidas de la risa: la patológica, la cosquilleada o nerviosa, e incluso la risa animal. Y al hacerlo desentraña su aparente naturalidad. La risa no es un fenómeno que ocurra al margen de los cambios sociales, a pesar de que su carácter ideológico se camufle de cualidad inmanente de la inteligencia humana. Este camuflaje es el que se activa cuando alguien dice que quien no se rÃe con tal o cual chiste no tiene sentido del humor, dando a entender que este es una entidad que vive al margen de quienes rÃen e ignorando que, incluso al reÃr en la soledad de nuestras casas, lo hacemos de aquello que hemos interiorizado como ridÃculo. Julián Génisson ha levantado en estas páginas un inmenso obelisco a la risa y, a su sombra, nos invita a contenerla. Lejos de la idea de que la risa es un poderoso contrapoder, nada hay más poderoso a veces que negarse a reÃr las gracias.