Desde la antigüedad, los aromas han sido siempre un objeto de consumo de destacado interés por sus múltiples usos, como la representación de lujo y estatus o sus aplicaciones médicas. Presentes en las relaciones comerciales entre Arabia, el Mediterráneo, Asia oriental y occidental y África oriental, no fueron menos relevantes en al-Andalus y el resto del mundo islámico medieval. En este sentido, prestando especial atención a las variadas fuentes escritas conservadas, se analiza el consumo urbano de aromas desde el punto de vista de su comercialización y adquisición en el mercado. Este libro, por tanto, en contraposición a la tradicional visión orientalista, pretende ofrecer una introducción a cómo el Islam integró sustancias aromáticas preexistentes a la vez que difundió y sustituyó otras, contribuyendo a una historia sensorial más global.
